Salud

¿Estás en riesgo? Descubre cómo prevenir un pre-infarto y proteger tu corazón

Un pre-infarto o angina de pecho es una afección médica que se produce cuando el corazón no recibe suficiente oxígeno y sangre debido a la obstrucción parcial de una arteria coronaria. Si bien un pre-infarto no causa daño permanente al corazón, puede ser una señal de advertencia de que una persona tiene un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco en el futuro. Es importante buscar atención médica de inmediato si se experimentan síntomas de angina de pecho.

Antes de un pre-infarto, es importante adoptar un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones médicas para reducir el riesgo de complicaciones cardíacas. Algunas medidas que se pueden tomar incluyen:

  1. Seguir una dieta saludable: Consumir alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y sodio, y ricos en fibra, frutas y verduras.
  2. Hacer ejercicio regularmente: Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana. Es importante consultar con un médico antes de comenzar un programa de ejercicio.
  3. Dejar de fumar: Fumar es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardíacas, por lo que dejar de fumar es fundamental para reducir el riesgo.
  4. Controlar la presión arterial: Mantener la presión arterial bajo control es importante para prevenir complicaciones cardíacas.
  5. Controlar los niveles de colesterol: Es importante mantener los niveles de colesterol bajo control mediante una dieta saludable y, si es necesario, medicamentos recetados por un médico.
  6. Reducir el estrés: El estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Es importante encontrar formas de reducir el estrés, como la meditación, el yoga o el ejercicio.

Si se experimentan síntomas de angina de pecho, como dolor en el pecho, dificultad para respirar o sudoración, es importante buscar atención médica de inmediato.

La aorta es la arteria principal y más grande del cuerpo humano. Se origina en el ventrículo izquierdo del corazón y se extiende hacia abajo a través del tórax y el abdomen, donde se divide en dos ramas principales, las arterias ilíacas comunes.

La aorta tiene un diámetro aproximado de 2,5 centímetros en su inicio y se va ensanchando progresivamente a medida que se aleja del corazón, para acomodar el flujo sanguíneo que transporta a través del cuerpo.

La aorta es responsable de suministrar sangre oxigenada a todos los órganos y tejidos del cuerpo, incluyendo el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado, los intestinos y los miembros. Es por eso que cualquier problema que afecte la aorta, como un aneurisma o una disección aórtica, puede ser muy grave y potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.