Minnesota “Una ciudad racialmente segregada”
Tras la muerte del afroestadounidense George Floyd mientras estaba bajo custodia policial, las calles de Minneapolis y de otras ciudades de Estados Unidos se han convertido en el escenario de protestas y violentos disturbios.
La furia, que se ha expandido a más de 30 ciudades estadounidenses y ha llevado a las autoridades de varias de ellas a decretar toques de queda, se desató después de la difusión de un video en el que se ve al hombre de 46 años en el piso con dificultades para respirar mientras un policía blanco le presiona el cuello con la rodilla.
Floyd intenta pedir ayuda y grita en varias ocasiones “no puedo respirar”. Posteriormente, el hombre aparece inmóvil en las imágenes, antes de ser puesto en una camilla y trasladado en una ambulancia.
“Una ciudad racialmente segregada”
El incidente que detonó las manifestaciones “es una metáfora de una ciudad racialmente segregada”, le dice a BBC Mundo Myron Orfield, profesor de Derechos y Libertades Civiles de la Universidad de Minnesota, director del Institute on Metropolitan Opportunity y exinvestigador del centro de estudios Brookings Institution.
Minneapolis, explica, es una ciudad considerada como “progresista” en términos políticos, pero que al mismo tiempo alberga una “severa discriminación racial”.