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Joel Neco y la movilidad urbana en RD: entre el caos y las soluciones posibles

En una reveladora entrega del programa Política Hablando, los conductores Manolo Ozuna y Anabel W entrevistan al ingeniero civil y experto en tránsito y transporte Joel Neco, quien hace un profundo diagnóstico sobre la crisis del tránsito en República Dominicana. Desde la desorganización estructural de las ciudades hasta la falta de educación vial, Joel ofrece una visión crítica pero también propositiva para transformar el panorama de la movilidad urbana en el país.

Un país que construyó primero los tapones

Joel Neco no se anda con rodeos: la planificación urbana en República Dominicana ha sido históricamente deficiente. Las vías se construyen sin un plan maestro que contemple el crecimiento urbano, la conectividad vial y la movilidad eficiente. “Hacemos primero los tapones y después la ciudad”, señala, refiriéndose a calles angostas, sin salidas alternas ni rutas planificadas que permitan descongestionar el tráfico.

Este enfoque reactivo ha privilegiado la venta de terrenos por encima de la funcionalidad urbana, generando congestiones crónicas que afectan la calidad de vida, el transporte público y la productividad nacional.

El caso Moca: pequeñas soluciones, grandes resultados

Uno de los puntos más destacados de la conversación es el ejemplo de Moca, donde se aplicaron medidas tácticas de bajo costo pero alto impacto: se prohibió el estacionamiento en la vía principal y se implementó la estrategia de “tres derechas” para evitar los giros a la izquierda, responsables de muchos embotellamientos.

Estos ajustes no requirieron grandes obras ni inversión millonaria, pero lograron una reducción considerable del congestionamiento. La experiencia demuestra que la voluntad política y la planificación técnica pueden generar mejoras visibles con recursos limitados.

El caos de las motocicletas

Otro tema crítico abordado por Neco es el incremento descontrolado del parque de motocicletas en el país. Más de un millón de motociclistas circulan sin licencia ni formación adecuada, lo que representa un peligro para la seguridad vial, así como un obstáculo para cualquier intento serio de ordenar el tránsito.

Aunque se ha comenzado a exigir cursos y pruebas para renovar licencias, Joel advierte que aún falta mucho control institucional y educación masiva para cambiar esta realidad. Sin un enfoque integral, la motocicleta seguirá siendo símbolo de informalidad y riesgo.

Nuevas normativas… sin explicación

Uno de los errores más graves que Joel identifica es la ausencia de una campaña educativa estructurada antes de lanzar nuevas medidas de tránsito. Cambios como la prohibición de giros a la izquierda pueden ser técnicamente correctos, pero sin una comunicación clara a la ciudadanía, generan rechazo, confusión y caos.

La educación vial, según Joel, debe ser previa, continua y adaptada al lenguaje del ciudadano común. Solo así se puede lograr que las transformaciones técnicas sean aceptadas y respetadas por la población.

La lógica del flujo vehicular y los giros prohibidos

Desde una perspectiva técnica, prohibir los giros a la izquierda en vías principales tiene sentido: esos giros interrumpen el flujo recto de la mayoría de los vehículos y crean cuellos de botella. Sin embargo, Joel insiste en que esa medida debe ir acompañada de retornos operacionales bien diseñados, que permitan completar los trayectos sin afectar la lógica de movilidad.

El objetivo no debe ser solo restringir, sino facilitar alternativas eficientes.

Debate legal: ¿quién paga las grúas?

El uso de grúas para retirar vehículos mal estacionados también fue tema de debate. Según Joel, la ley dominicana actual no obliga al infractor a pagar el costo de la remoción, salvo en casos de accidente o robo. Esto crea una paradoja: el Estado debe cubrir los costos, lo que hace el sistema insostenible.

Joel propone revisar el modelo legal y acercarlo al de países como EE.UU., donde el conductor infractor asume los costos de la grúa, lo cual actúa como desincentivo para el mal estacionamiento. Pero también enfatiza la necesidad de infraestructura adecuada y logística eficiente para evitar abusos.

El transporte escolar: un cuello de botella invisible

En los horarios pico, el tránsito colapsa en muchas zonas urbanas, especialmente cerca de colegios privados que no tienen espacio para organizar la entrada y salida de estudiantes. Joel plantea que es urgente crear normativas específicas para el traslado escolar, regulando los tiempos, rutas y zonas de carga y descarga, especialmente en barrios residenciales donde no hay espacio vial suficiente.

La falta de planificación escolar es un factor invisible pero decisivo en los tapones matutinos.


Conclusión: planificación, educación y voluntad política

La conversación con Joel Neco revela que, si bien el problema del tránsito en República Dominicana es estructural y complejo, también hay soluciones concretas, viables y en muchos casos de bajo costo. Lo esencial es una planificación urbana integral, una educación vial efectiva, un transporte colectivo fortalecido, y medidas técnicas bien comunicadas.

Además, las políticas deben ser flexibles y perfectibles. Las soluciones piloto pueden modificarse según el comportamiento de los usuarios y el análisis de datos reales. El éxito dependerá, en última instancia, de una coordinación institucional sólida, liderazgo político y participación ciudadana.

República Dominicana se encuentra en un momento decisivo. La movilidad urbana puede seguir deteriorándose o convertirse en un ejemplo de transformación. Todo dependerá de si se opta por la improvisación o por la planificación inteligente y humana.