Los conductores de camiones se enfrentan a una espera ansiosa, ya que algunos temen no llegar a casa en Navidad.

Los camiones se han estacionado parachoques con parachoques en el puerto de Dover hoy, ocupando tanto los espacios de estacionamiento como el borde de la carretera, escribe la reportera de Sky Milena Veselinovic.

El acercamiento al puerto ya había sido más pesado de lo habitual debido a las reservas de Brexit y la prisa de las entregas navideñas, pero la prohibición francesa del tráfico de mercancías ha convertido esta parte de Kent en un gran aparcamiento.

El conductor del camión Grzegorz Dziemidowicz dejó ayer su transporte en el Reino Unido, pero no llegó en el ferry a Francia. Ahora teme no volver a Polonia a tiempo para Navidad.

«He esperado 24 horas tratando de llegar a Francia. No puedo conseguirlo», dice.

Se suponía que Damien Doherty cruzaría a Francia para entregar un cargamento de mariscos, pero debido a la prohibición, solo su contenedor de carga llegó al ferry.

«El problema ahora es si podemos recogerlo en el otro lado, es una carga de pescado fresco para el mercado de Boulogne. Es un juego de espera ahora intentar volver a meter el remolque», dice.

Es un momento de ansiedad para todas las empresas británicas que intentan llevar sus productos a Europa a tiempo para el comercio navideño, pero especialmente para las que tienen productos perecederos, que actualmente se encuentran en camiones en la entrada a Dover.