Cuando Dios no nos da lo que merecemos
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Hebreos 4:16
Todo el mundo cree que tiene derecho a recibir un montón de cosas. Está muy de moda hoy en día escuchar “es mi derecho”. Creemos inclusive que por ser hijos/as de Dios tenemos derechos adquiridos como si fuera que somos socios de algún Club.
Seamos honestos. Muchas veces los hijos no se lo merecen, pero de todos modos los perdonamos. ¿Por qué? Porque los amamos. Dios me da lo que necesito, no lo que merezco. Esto se llama misericordia y Dios espera que haga lo mismo con otros. He aquí algunas razones a considerar porque debemos extender la misericordia.Seamos honestos. Muchas veces los hijos no se lo merecen, pero de todos modos los perdonamos. ¿Por qué? Porque los amamos. Dios me da lo que necesito, no lo que merezco. Esto se llama misericordia y Dios espera que haga lo mismo con otros. He aquí algunas razones a considerar porque debemos extender la misericordia.