Articulo: Parásitos
Parásitos: es una película surcoreana de drama, suspenso y humor negro del año 2019, dirigida por Bong Joon-ho y ganadora de cuatro premios Óscar, (entre ellos mejor pelicula) por enmarcar la realidad de que existe entre la avarisia y discriminación social entre nosotros los seres humanos. Sin duda, una joya del cine con grandes intrigas y reflexiones. Este filme lo encontramos de casualidad, para entretener esta realidad que vivimos con el aislamiento o alejamiento social por causa de la pandemia del Coronavirus (Covi-19) que lleva 3.2 millones de casos y más de 231,000 muertos en todo el mundo.
La palabra “parásito” llama a la reflexión acerca de una de las conductas humanas a pesar de que somos de la misma especie, algunos de nosotros estamos dispuestos a hacernos huéspedes de otro ser vivo o a vivir a expensas del mismo, aunque esto nos cueste la muerte.
En la República Dominicana ya se tiene como cultura el parasitismo político. Aunque algunos a esto le llamen “tigueraje”, de poner primero el hacerle daño a los demás para asegurarse de mantener un estado de ventaja a nivel político, social o económico. Lo triste es que parte de nuestra sociedad está acostumbrada a ver este tipo de conducta nociva y depredadora como algo normal.
La clase política tradicional que está en la cúpula del poder discrimina sin piedad a todos los dominicanos, especialmente a la parte de la sociedad que es la más afectada, los pobres. La práctica del parasitismo no solo está centralizada en los estamentos más altos del estado, sino que se ha expandido como un cáncer en toda la sociedad. Por esta razón, hoy tenemos varios tipos de parásitos que calcomen la soberania nacional y saquean los recursos del estado, dejando un manto negro de desolación y desesperanza en el pueblo.
Parásitos del oficialismos: aquellos depredadores que roban sin medida los recursos del gobierno y que entienden que son parte de una monarquía familiar para dejarle el poder a los mismos parásitos de su especie o partido. Estos organismos tienen capacidad de mentir mirandote a los ojos, sin tembarle el pulso, cuando ven el sufrimiento de su propia especie. El gobierno nos dice que la economía crece, se olvidan de decir que la hacen crecer bajo el sufrimiento de los pobres y los que se benefician son los parásitos de la clase dominante.
Estos parásitos son los que han sembrado el hambre, la miseria, la falta de educación y el terror en nuestro país y viven como reyes entre nosotros. Estos corruptos nos están comiendo vivos en los peores momentos de la historia con la pandemia del Coronavirus. Vemos las sobrevaluaciones de los insumos de salud por miles de millones de pesos, mientras diariamente nos reportan los boletines de cuántos muertos deja su ineficiencia en salvar vidas de nuestros familiares, amigos y conocidos en esta pandemia. Estos parásitos nos están matando más que la realidad del Covi-19.
Parásitos de la falsa oposición: estos que tienen más hambre de saquear el gobierno por tantos años que tienen fuera del poder y crean fábulas con promesas que no cumplirán. Estos que invierten tantos millones de pesos en sus campañas proselitistas y nos venden el país que queremos, para luego tener una memoria efímera. A estos no les interesa hablar de encarcelar a los corruptos, ya que entienden que llegará el tiempo donde se les aplique el borrón y cuenta nueva, después de robar sin piedad en el gobierno.
Estos parásitos florecen en el abono de un pueblo atormentado por el oficialismo y que ve en un espejismo la creencia de un país mejor, sin saber que son la misma clase de parásitos que quieren sacar del gobierno. Ya podemos ver las acciones de la sindicatura de Puerto Plata, que no tienen una semana que tomaron posesión y andan figureando en las redes sociales las mieles que ofrece el poder en una yipeta del año.
Parásito seguidor y oportunista: este es aquel que descubre la sabiduría del templo de Delphi en Atenas; para defender, difundir y mantener el régimen de parasitismo que vive nuestra nación. Estos invertebrados se alojan al lado de parásitos en el poder para comer de las migajas que caen al suelo de los que devoran nuestro país. Aquellos que entienden que son tuertos en un país lleno de ciegos y que están dispuestos a sacrificar su dignidad, palabra, hijos y toda su familia, si fuera necesario, para mantener su estado de “preferencia”.
Estos son los que desarrollan en sus vidas una amnesia total, ya que no les afecta la realidad de vivir en un sistema tercermundista, con altos niveles de inseguridad social, un narco estado, corrupción gubernamental, un sistema de salud deplorable y todos los males que nos afectan colectivamente. Estos sin duda, son la peor clase de todos los parásitos.
Al final lo importante es que como dolientes de este país, entendamos que nos merecemos líderes políticos que tengan como afición trabajar a favor de todos los dominicanos. Nuestro deseo es ver en el Palacio Nacional un presidente que sea un servidor público por vocación, que ponga las necesidades fundamentales de todos primero y sus intereses personales en último lugar.
La era del parasitismo político tiene que llegar a su fin, no con la sustitución de otros parásitos de oposición con más deseos de hacer daño que de rescatar la dignidad nacional. A pesar de que la película Parásitos es ficción cinematográfica, la realidad de la cultura de parasitismo que vivimos es absoluta en nuestra tierra. Sin duda, la medicina puede ser un trago amargo para algunos, pero el remedio más efectivo que tenemos actualmente para erradicar este mal, lleva en la receta el apellido Trujillo