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Jaime Aristy Escuder desmiente auditoría, revela responsables de los apagones y lo que dijo el FMI

La crisis económica y energética que atraviesa la República Dominicana ha dado un nuevo giro con las declaraciones de Jaime Aristy Escuder, exadministrador de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. En una intervención pública, negó la existencia de una auditoría que lo incrimine, responsabilizó a actores concretos por los apagones y citó las conclusiones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía nacional.

La devaluación y la política monetaria

El punto de partida de la polémica es la política monetaria aplicada por el Banco Central. Según se detalla en el análisis, la institución adoptó medidas poco convencionales que provocaron una fuerte devaluación del peso dominicano: en apenas un mes, la tasa de cambio pasó de un valor equivalente a 15 centavos a rondar los 2 pesos.

Este movimiento abrupto generó incertidumbre en los mercados, presionó la inflación y encendió las alarmas de organismos internacionales.

El informe del FMI

El Fondo Monetario Internacional realizó un balance macroeconómico de la República Dominicana en el que puso bajo la lupa cuatro áreas claves:

  • Deuda pública y su sostenibilidad.
  • Política fiscal y sus riesgos.
  • Política monetaria y efectos sobre la inflación.
  • Cuentas externas y vulnerabilidad frente a shocks internacionales.

El FMI advirtió que los desequilibrios podrían comprometer la estabilidad si no se corrigen a tiempo y recomendó medidas coordinadas entre el Gobierno y el Banco Central.

Apagones: ¿quién tiene la culpa?

En medio de este panorama, el país también enfrenta una crisis energética. Aristy Escuder rechazó ser vinculado como responsable y señaló a otros actores del sector eléctrico por la cadena de fallos que han derivado en prolongados apagones. Según sus palabras, la raíz del problema está en la falta de planificación, la mala gestión operativa y decisiones equivocadas en contratos y distribución.

Lo que está en juego

La combinación de un peso devaluado, deuda en aumento y un sistema eléctrico debilitado amenaza la competitividad de la economía dominicana y la confianza de los ciudadanos. Empresas y hogares ya sienten los efectos: aumento de costos, incertidumbre y pérdida de productividad.

Conclusión

Las declaraciones de Aristy Escuder avivan el debate sobre la responsabilidad política y técnica en la crisis actual. Mientras el FMI pide disciplina fiscal y monetaria, la ciudadanía exige soluciones concretas frente a los apagones. Lo que ocurra en los próximos meses será determinante para la estabilidad económica y social de la República Dominicana.