Julia Jackelin: 32 años integrando raíces dominicanas en el corazón del País Vasco
La entrevista en el programa “Arte Kallejero” de 97 FM Radio Bilbao nos presenta un retrato íntimo y vibrante de Jackelin, conocida también como Julia Jackelin, una activista dominicana que lleva más de tres décadas viviendo en el País Vasco. Con una mezcla de humor, nostalgia y crítica social, Julia relata su experiencia como inmigrante, su conexión con la comunidad dominicana en Bilbao y su visión sobre la transformación urbana y social de la ciudad.
Una vida entre dos culturas
Julia encarna la dualidad cultural de miles de inmigrantes que, aunque se adaptan a su nuevo entorno, mantienen viva la esencia de sus raíces. Su doble nombre —Jackelin en documentos, Julia entre amigos— es un símbolo de esta identidad híbrida que ha construido a lo largo de los años. Su testimonio refleja cómo la integración no significa renunciar al origen, sino crear un puente entre culturas.
Sabores que cuentan historias
Entre los recuerdos compartidos, destacan los platos típicos dominicanos como el picapollo y el sancocho, que Julia describe con cariño y rigor. Aclara, con humor, que el picapollo tradicional incluye pollo con plátanos fritos, no patatas, como a veces se adapta en España. Esta evolución gastronómica refleja cómo la cocina de la diáspora se transforma al integrarse en nuevos contextos sin perder su esencia.
La noche caribeña en el Bilbao de ayer
Julia revive con entusiasmo la escena nocturna dominicana de los años 90 y 2000 en Bilbao, con locales como Jaragua, que eran puntos de encuentro fundamentales para la comunidad. Estos espacios no solo ofrecían entretenimiento, sino también redes de apoyo para quienes llegaban sin papeles ni recursos. Detrás de cada club, había historias de lucha, emprendimiento y orgullo cultural.
Bilbao: de ciudad industrial a centro cultural
La entrevista también destaca el cambio radical que ha vivido Bilbao. Julia recuerda cómo la ciudad pasó de ser un núcleo gris e industrial a convertirse en un referente cultural gracias a proyectos como el Museo Guggenheim y la renovación de antiguas fábricas. Este proceso, aunque positivo, supuso retos para quienes vivían en barrios afectados por la transformación urbana.
Crítica social y reflexión política
Uno de los momentos más potentes de la entrevista es cuando Julia expresa su descontento con la corrupción tanto en República Dominicana como en España. Su visión crítica revela cómo las experiencias políticas de los inmigrantes trascienden fronteras, afectando su seguridad, su estabilidad y su visión del futuro.
Cultura como herramienta de empoderamiento
Julia participa activamente en eventos como el festival “Arroces del Mundo”, obras de teatro y encuentros multiculturales. Estos espacios son esenciales para fortalecer la identidad, crear comunidad y visibilizar la riqueza que los inmigrantes aportan a la sociedad vasca. La entrevista en sí misma representa un acto de visibilidad y reivindicación.
El poder de contar historias
Esta fue una de las primeras entrevistas públicas de Julia Jackelin. Su participación en el programa «Arte Kallejero» demuestra el papel fundamental de los medios locales para amplificar las voces de quienes rara vez son escuchados. Contar estas historias no solo humaniza la experiencia migratoria, sino que también promueve la empatía y el entendimiento intercultural.
Conclusión
La historia de Julia Jackelin es un testimonio de resistencia, adaptación y orgullo cultural. Su voz nos recuerda que detrás de cada inmigrante hay una historia compleja de superación y transformación. Desde los sabores del Caribe hasta las calles renovadas de Bilbao, Julia representa el alma de una comunidad que ha sabido tejer puentes entre dos mundos sin perder su identidad.