La ONU debe defender a la mujer en Afganistán porque corre peligro
Por: Araceli Aguilar Salgado
“Esta es la mayor guerra en contra de las mujeres en estos tiempos. Y por desgracia el mundo la está mirando en silencio» Freshta Karim
El Congreso Mundial de la Mujer, CMM, pide al Sr. Antonio Guterres, Secretario General las Naciones Unidas, ONU, como también a la Dra. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, asumir responsabilidad en defensa de los derechos humanos en Afganistán, sobre todo, los de las mujeres dado que la política de los talibanes atenta contra el avance y desarrollo de las conquistas de las mujeres en los últimos dos siglos.
Son derechos inalienable de los seres humanos que se están violando en Afganistán y es necesario intervenir de urgencia. El poder de Muyahidines del Emirato Islámico en Afganistán y la instauración de una República Islámica con la llegada de los talibanes al poder, la mujer perderá muchos de los avances logrado de la lucha que han librado en los últimos años.
El Congreso Mundial de la Mujer, CMM, respeta las autonomía y sistema de gobiernos de los países, demandamos en todo tipo de sistema de gobierno equidad, inclusion, diversidad, respeto a la dignidad humana de la mujer, pero aceptamos los abusos, irrespetos, violaciones, vejámenes, asesinatos, entre otras, porque los talibanes son radicales en implantar la ley islámica en su versión más rígida, y eso va a afectar a la población en estos momentos, sobre todo a las mujeres activistas comunitarias de las diferentes ciudades.
A tan solo día después de la toma de Kabul, el cambio de poder ya se ha empezado a reflejar asesinatos de mujeres en las calles de Kabul, persecución, represión y se dice que se va a limitar o liminar todos los derechos de la mujer a trabajar, estudiar, y superarse utilizando su propio empoderamiento de desarrollo social en la sociedad.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán RAWA, viene denunciando desde hace tiempo que a estas se les «reduce a seres cuyo fin único es la procreación». Ante la llegada de los talibanes, y atendiendo a esta ley, las mujeres afganas se verán obligadas a usar el burka, un velo islámico completo.
Esta prenda, que es la menos común en el mundo islámico, cubre a la mujer desde la cabeza hasta los pies, solo dispone de una pequeña abertura en los ojos, que comúnmente está cubierta por una malla. Con el regreso de los talibanes, y en esa aplicación fundamentalista de la ley islámica, también se les prohibirá el uso de cosméticos.
Asimismo, no podrán moverse de manera libre, ni podrán montarse en un taxi sin el acompañamiento de un varón sus movimientos estarán limitados y controlados por la figura de un hombre, que puede ser el mahram guardián varón con parentesco cercano o su marido. Igualmente las mujeres afganas no podrán contraer matrimonio con un varón no musulmán, a pesar de que el hombre sí puede casarse con una mujer que no sea mahometana.
No podrán practicar deportes, teniendo asimismo prohibido entrar en cualquier centro o club deportivo además, la mujer tampoco tendrá permitido montar en una bicicleta o en una motocicleta, ni podrá asomarse a los balcones de su residencia.
Otra de las prohibiciones que debe acatar la mujer es la de no reír en voz alta, el motivo: que ningún extraño debe oír la voz de una mujer. Además, también tienen prohibido usar tacones, estas están obligadas a no hacer ruido al andar puesto que ningún varón debe notar los pasos de una mujer.
Prohibición de fotografiar a mujeres, así como también de la existencia de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas. En el caso de que tenga que asistir a un juicio, su testimonio valdrá la mitad que el de cualquier hombre, además, los derechos sobre sus hijos también se verán limitado puesto que la custodia y la manutención de estos le corresponderá única y exclusivamente al padre.
El Congreso Mundial de la Mujer, CMM, condena todas estas medidas en contra de la mujer afgana por considerarla abusiva y dictatorial porque no goza con el consenso de las mujeres, son medidas impuesta que lesiona su propia integridad de mujer. Hacemos un llamado a la ONU y a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Dra. Michelle Bachelet, ir a la defensa de inmediato, porque esta situación en Afganistán va a ser muy difícil para las mujeres y las niñas.
“Estoy sentada en casa esperando que vengan. No hay nadie que me ayude a mi ni a mi familia; vendrán por personas como yo y me matarán” Zarifa Ghafari, defensora de los derechos de las mujeres y alcaldesa en Afganistán.