Educación

Un futuro sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para ellas

Por Araceli Aguilar Salgado  

«La igualdad de género ha de ser una realidad vivida.» Michelle Bachelet

La desigualdad de género es una barrera para el desarrollo sostenible y la construcción de una sociedad más justa, y la emergencia provocada por la pandemia del covid-19 no ha hecho más que agravar la situación, según  la CEPAL, durante el 2020, el empoderamiento económico de las mujeres de América Latina y el Caribe retrocedió al menos 10 años, lamentablemente la crisis está lejos de terminar, durante la pandemia del covid-19 las mujeres fueron afectadas registrando una tasa de participación económica femenina de 42,8% que es un valor mínimo, dato representa una caída de 18% respecto de igual trimestre de 2019.

El impacto en las mujeres por la retracción de sectores económicos como los de hostelería y restaurantes, entre otras actividades de servicios y sector de hogar, datos de la OIT, alcanza al 80% o 90% de las mujeres de este sector destinaban actividades de cuidados entre 22 y 42 horas semanales, tres veces más del tiempo dedicado por los hombres, necesidad de contener la crisis sanitaria reduciendo la movilidad, y la escolarización a distancia implican una sobrecarga de tiempo en los hogares, continúa recayendo principalmente en las mujeres.

Por lo que evidencia la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida y la invisibilidad de este sector en las economías, desde la ONU, junto con otras organizaciones se impulsa la creación y fortalecimiento de sistemas integrales de cuidado como motor de la recuperación, sistemas que contribuyan a reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerados y nos lleven hacia un nuevo pacto social y hacia una generación que defienda y ejerza la corresponsabilidad.

La violencia contra las mujeres la otra pandemia en la sombra, que precede y que sobrevivirá al virus, misma que requiere una respuesta global y coordinada que cuente con protocolos de aplicación eficaces. 

Medidas de cuarentena y restricciones de movilidad intensificaron el aislamiento de muchas mujeres de sus redes de apoyo y han generado barreras adicionales en el acceso a servicios, se prioricen, refuercen, mantengan los servicios de prevención y atención a víctimas como parte de los servicios esenciales y que no se interrumpan en ningún momento.

La  igualdad de género y erradicar las discriminaciones contra las mujeres que viven todos los días, en un mundo que requiere de más cooperación que nunca, establecer prioridades para fomentar una recuperación que pone los derechos de las mujeres al centro de las decisiones macroeconómicas y de incentivos para el cambio del modelo económico poniendo los cuidados al centro, que estimule la participación de las mujeres en la política, garantice la protección a las organizaciones de mujeres que demandan cambios sociales de recuperación a esta crisis con acciones concretas, indispensables para alcanzar resultados contundentes para el año 2026.  

Con ese plazo, algunos de los proyectos son la reducción en 85 millones del número de mujeres y niñas que viven en la pobreza, un aumento significativo en el número de países con medidas integrales para reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado, a la vez que la creación de hasta 80 millones de empleos decentes en ese sector, y un número mayor de países con políticas nacionales que incluyan estrategias de prevención de la violencia.

La interseccionalidad, el liderazgo y la transformación de las mujeres  principios  que guían el abordaje en desafíos para el empoderamiento económico de las mujeres, movilización del capital para negocios de impacto, diversificar fuentes de financiamiento, desarrollo de  mecanismos innovadores y tecnología, ellas reciben el 2% del capital invertido en esa industria, reconsiderar construyamos un paradigma más justo equitativo que tenga en cuenta los errores del pasado, pero también los logros, responsabilidad que nos concierne a todos una cuestión de voluntad política de los Gobiernos, los empleadores y los trabajadores.  

Se trata de ver de lo que somos o no somos capaces de hacer y cómo tenemos que actuar ya para:

  • priorizar la creación de empleos que beneficien por igual a las mujeres y a los hombres; 
  • invertir en políticas del cuidado de alcance universal para ayudar a los trabajadores con responsabilidades relacionadas con el cuidado; 
  • abogar por una mayor presencia de las mujeres en puestos de liderazgo, y 
  • asegurar la dignidad y la seguridad de todos los hombres y todas las mujeres que participan en el mercado de trabajo. 

Invirtamos en ellas como parte de una recuperación centrada en las personas con liderazgo fuerte, transparente, sostenido, en el que ellas ocupen un lugar central en las decisiones ,planes y participen activamente en los procesos, si algo ha dejado claro la crisis del covid-19 es la capacidad de innovar de las mujeres que están al frente de muchas de las respuestas, el valor y la necesidad fundamental de la participación igualitaria y paritaria de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, desde lo local a lo global.   


Los Gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores deben impulsar el cambio a través de políticas con perspectiva de género, y las mujeres deben participar en la elaboración de políticas, la comunidad internacional tiene que tomar decisiones importantes para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2030, ya que el covid-19 a implicado mayores desafíos y también retrocesos reconsiderando su acompañamiento y solidaridad con los países de la región para una salida de esta crisis que avance los derechos de las mujeres y la sostenibilidad socio ambiental al 2030, la humanidad solo podrá dar lo mejor de sí cuando la igualdad de género se haga realidad para todos y en todas partes.  

Es un objetivo que se debe conseguir y que conseguirán por un mundo sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para ellas en un futuro no muy lejano por sociedad más equitativa en cuestiones de género.