En un ambiente cargado de humor y camaradería como el que caracteriza al programa «El Mañanero», Ingrid Gómez fue recibida con aplausos y respeto por su larga trayectoria en los medios de comunicación. Su participación fue mucho más que una simple entrevista: fue una clase magistral sobre evolución profesional, visión de liderazgo y el poder de mantenerse fiel a una esencia, incluso en medio de las turbulencias del entretenimiento moderno.

Una trayectoria sólida desde la juventud

Ingrid inició su carrera con el proyecto Desde el Medio, un espacio televisivo que marcó un antes y un después en la juventud dominicana de los años noventa. Acompañada de su hermano Edwin Gómez, exploraron una forma innovadora de conectar con la juventud mediante excursiones culturales, cobertura de eventos y programas al estilo de MTV. Años después, y tras el fallecimiento de su hermano y el cierre de Mango TV, Ingrid emigró y al regresar al país en 2013, apostó por un nuevo formato: Mujeres al Borde.

Mujeres al Borde: más que un talk show

Mujeres al Borde nace como un proyecto concebido inicialmente para Puerto Rico, pero fue en República Dominicana donde floreció. Lo que comenzó como un programa de entrevistas televisivas evolucionó a una plataforma multimedia con presencia diaria en la radio, en televisión semanal y con fuerte penetración en redes sociales y podcast. Ingrid explicó cómo el programa de radio, más interactivo y colectivo, permite un dinamismo y una exposición diaria que ha generado más “sonido” que la versión televisiva.

Cambio no es fracaso, es evolución

Durante la conversación, Ingrid compartió cómo su reciente transición de emisora —de Estrella 90 a La X— no representa una ruptura, sino una evolución natural del proyecto. Luego de 11 años de éxito continuo, sintió la necesidad de asumir nuevos retos, abrir espacio a nuevas voces y refrescar el formato. «Mujeres al Borde» siempre ha sido una plataforma que empodera a las mujeres, incluso cuando eso significa verlas volar hacia sus propios caminos.

Liderazgo consciente y selección intencional

Uno de los temas más discutidos fue la percepción externa sobre su proceso de selección del elenco. Ingrid fue clara: no se trata de clasismo, sino de coherencia. Busca personas con respeto, educación, capacidad de aportar y con quienes pueda crear una sinergia positiva. “Cada persona tiene su magia, y yo sé lo que busco en cada etapa del proyecto”, afirmó, dejando claro que no trabaja con aduladores sino con voces que suman, debaten y aportan.

Una voz firme en tiempos de ruido

En tiempos donde el ruido digital y el morbo son moneda corriente, Ingrid prefiere mantenerse fiel a su estilo: “picante fina”, como ella misma define. No busca escándalos ni titulares virales, pero sabe que su palabra genera eco porque está respaldada por años de integridad, constancia y visión. Aunque no le gusta exponerse demasiado, entiende que su crecimiento ha despertado opiniones y que, en el fondo, es una señal de impacto.

Diversificación, no dilución

Consciente de los desafíos de la era digital, Ingrid ha sabido diversificar sus canales: televisión, radio, YouTube, Spotify y redes sociales. No se trata solo de adaptarse, sino de ampliar el alcance sin perder la esencia. Ha logrado que Mujeres al Borde sea una comunidad fiel, que llena auditorios sin pagar entrada, solo por el deseo de compartir experiencias reales y enriquecedoras.

Lo que viene: nuevo horario, nuevo formato, misma esencia

A partir de julio, Mujeres al Borde ocupará un nuevo espacio de 5 a 7 en La X, mientras en televisión ha lanzado un nuevo proyecto de temporada con Catherine Núñez y Graciela DCH. Este nuevo programa se transmite los sábados a las 10:30 por Telesistema y simultáneamente en YouTube y Spotify, con invitados especiales como Carla Álvarez, en una faceta completamente inédita.

Un llamado a la inclusión de los hombres al borde

Al finalizar la entrevista, los conductores de «El Mañanero» no perdieron la oportunidad de bromear, proponiendo una versión masculina del programa: Los Hombres al Borde. Entre risas y complicidad, Ingrid agradeció el apoyo constante y dejó la puerta abierta a seguir ampliando los horizontes del proyecto.

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Conclusión

Ingrid Gómez no solo ha creado una marca exitosa con Mujeres al Borde; ha construido una plataforma de inspiración, crecimiento y autenticidad. Su historia es un testimonio del poder de reinventarse sin perder el rumbo, de liderar sin imponer y de comunicar desde el corazón sin ceder al ruido. En tiempos donde todo parece negociable por likes, Ingrid demuestra que la coherencia y la integridad todavía tienen valor. Y mucho.