El bachatero Blas Durán murió la madrugada de este martes a los 82 años luego de ser ingresado a una clínica por problemas de circulación o trastornos vasculares en febrero.

Hace unos años, el creador de temas como “No vales nada”, “La arepa”, “El conejo de la vecina” y “La rifa” empezó a padecer de la enfermedad de Parkinson y sufrió una trombosis que lo dejó en silla de ruedas, según informó su hija a un medio local.

Durán se habría retirado de la música en 2015, cuando decidió no realizar más conciertos, giras y grabar música por su condición de salud.

Durán alcanzó gran popularidad en la década de los 80 y 90 por el doble sentido que utilizaba en sus canciones, música con la que llegó a lugares como Costa Rica, El Salvador, Granada, Curazao, Guatemala, Honduras, Bonaire, San Thomas, Jamaica, Panamá, Aruba, Chile, Ecuador, Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Rusia y Suiza.

El cantante nació el 3 de febrero de 1941 en Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, al norte de República Dominicana.

A Durán le sobreviven aproximadamente 12 hijos procreados con diferentes mujeres a lo largo de su vida.

En 1983, Blas Durán decidió lanzar su carrera como solista y lanzó su primer álbum, titulado «El Hijo de Altamira». El disco fue un éxito inmediato y canciones como «La arepa», «La loba», «El consejo» y «La batidora» se convirtieron en clásicos del merengue.

A lo largo de los años, Blas Durán lanzó varios álbumes más, incluyendo «El Rey del Merengue», «El Juicio», «Mujeres como tú», «El trueno», «La casa» y «El hombre de la rosa». Sus canciones hablaban de amor, desamor, fiesta y diversión, y siempre tenían un ritmo bailable que hacía que la gente se levantara de sus sillas y se moviera al sonido de su música.

Además de su carrera musical, Blas Durán también incursionó en la actuación, participando en varias películas dominicanas y en programas de televisión. También fue un empresario exitoso, abriendo varios negocios en su país natal.