Apenas unos días antes de que el presidente Trump deje el cargo, su administración planea ejecutar a la primera reclusa federal en casi 70 años. Los abogados de Lisa Montgomery y los defensores de la pena de muerte argumentan que ella es una víctima de abuso mentalmente enferma que merece misericordia. La comunidad de su víctima dice lo contrario.

Para Diane Mattingly, hay un momento de su infancia por el que siente una enorme gratitud y culpa.

Ella atribuye este momento a su vida «bastante normal»: una casa en ocho acres pacíficos, una relación amorosa con sus hijos, casi dos décadas en un trabajo para el estado de Kentucky.

Al mismo tiempo, lo culpa por el destino de su media hermana menor, Lisa Montgomery.

Está previsto que Montgomery sea ejecutado el martes por el asesinato de una mujer de 23 años que estaba embarazada de ocho meses. En diciembre de 2004, Montgomery, que tenía 36 años en ese momento, estranguló a Bobbie Jo Stinnett antes de sacar al bebé de su útero y secuestrarlo. Stinnett murió desangrado.

Fuente: BBC